El Mandil: Una nueva forma de entender el bar-restaurante de los de siempre
http://www.dontstopmadrid.com/2013/12/el-mandil.html
Situado cerca de la Calle Fuencarral, en plena vorágine de tiendas y gente a toda prisa encontramos "El Mandíl", un bar-cafetería-restaurante de los de siempre, totalmente modernizado.
Es el típico lugar que permanece abierto desde el desayuno hasta la cena, y dónde puedes hacer un alto en tus compras para tomarte una caña con tapa incluida, comer algo rico y contundente, merendar o acabar el día con cena y una copita.
Tiene un amplio espacio de barra y un buen saloncito con mesas para comer o cenar más tranquilamente. El local cuenta con una decoración que nada tiene que envidiar a cualquier sitio cool malasañero: paredes de pizarra con el menú escrito, ladrillo visto, plantas, sillas de metal en colores, y además, la atención en salón es excepcional.
Su dueño es de Bilbao, y eso se nota en una cosa: las raciones son muy grandes. Un vasco no se anda con chiquitas! He podido hincar el diente a varias cosas de la carta y sin duda me quedo con su carta de raciones y tapeo... Las rabas de calamar son uno de los platos estrella de la casa y sin duda su fama es merecida. Cero chicloso y un sabor buenísimo. Son un must.
La ensalada de tomate y jamón es otro de los platos que recomendaría. El jamón era delicioso y los tomates tenían muchísimo sabor (al contrario que los que compro yo en el supermercado). Al igual que las rabas la ración era enorme.
De segundos nos decantamos por carne, aunque había otras opciones interesantes. Yo opté por un steak tartar, rico, pero pedí que fuese con poca pimienta y quizás me equivoqué. Tengo que repetir con más picante.... Mi acompañante, como siempre tan carnívoro, prefirió algo más contundente. Aunque la verdad, la calidad de la parte de tapas era tan buena que quizás me hubiese decantado más por una comida de tapeo...
Para terminar nos decantamos con una tarta de queso. Buen de sabor, buena en textura y sobre todo... enorme. La ración normal lleva dos buenos trozos de tarta que, pese a no ser la más rica del mundo, nos supieron a gloria.
En definitiva, un buen sitio para hacer un alto en nuestras compras por el centro, ya sea mañana, tarde o noche. Servicio correcto, bonita decoración y una carta muy variada en el que destacan sus raciones de tapeo. El precio aproximado es de 18 euros por persona.
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Es el típico lugar que permanece abierto desde el desayuno hasta la cena, y dónde puedes hacer un alto en tus compras para tomarte una caña con tapa incluida, comer algo rico y contundente, merendar o acabar el día con cena y una copita.
Tiene un amplio espacio de barra y un buen saloncito con mesas para comer o cenar más tranquilamente. El local cuenta con una decoración que nada tiene que envidiar a cualquier sitio cool malasañero: paredes de pizarra con el menú escrito, ladrillo visto, plantas, sillas de metal en colores, y además, la atención en salón es excepcional.
Su dueño es de Bilbao, y eso se nota en una cosa: las raciones son muy grandes. Un vasco no se anda con chiquitas! He podido hincar el diente a varias cosas de la carta y sin duda me quedo con su carta de raciones y tapeo... Las rabas de calamar son uno de los platos estrella de la casa y sin duda su fama es merecida. Cero chicloso y un sabor buenísimo. Son un must.
La ensalada de tomate y jamón es otro de los platos que recomendaría. El jamón era delicioso y los tomates tenían muchísimo sabor (al contrario que los que compro yo en el supermercado). Al igual que las rabas la ración era enorme.
De segundos nos decantamos por carne, aunque había otras opciones interesantes. Yo opté por un steak tartar, rico, pero pedí que fuese con poca pimienta y quizás me equivoqué. Tengo que repetir con más picante.... Mi acompañante, como siempre tan carnívoro, prefirió algo más contundente. Aunque la verdad, la calidad de la parte de tapas era tan buena que quizás me hubiese decantado más por una comida de tapeo...
Para terminar nos decantamos con una tarta de queso. Buen de sabor, buena en textura y sobre todo... enorme. La ración normal lleva dos buenos trozos de tarta que, pese a no ser la más rica del mundo, nos supieron a gloria.
En definitiva, un buen sitio para hacer un alto en nuestras compras por el centro, ya sea mañana, tarde o noche. Servicio correcto, bonita decoración y una carta muy variada en el que destacan sus raciones de tapeo. El precio aproximado es de 18 euros por persona.
El Mandil
c/ Colón, 5 < M > Tribunal
Teléfono: 91 531 62 55
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