Una velada perfecta en El Cocinillas
http://www.dontstopmadrid.com/2014/10/el-cocinillas.html
El Cocinillas ejemplifica aquello de "comer es un placer". Es uno de esos valores seguros en los que pasar una buena velada está garantizado.
Al poner un pie en el local el comensal se encuentra con un local precioso, delicado y bien decorado, con lo justo y necesario para resultar acogedor sin caer en el exceso. Los tonos claros son la tónica general del restaurante, en el que destacan mesas amplias con mantel, dos de ellas perfectamente orientadas al ventanal.
Mientras ojeamos la carta nos traen un rico aperitivo de paté con pan, que no es gratis por supuesto, pero está delicioso y hay cantidad, así que aplaco mi queja y picoteo tan contenta. A la vez nos trajeron una jarrita de agua fría, gran detalle. ¡Ya podría hacerlo todo el mundo!
La carta es un sin fin de propuestas deliciosas. Los entrantes tienen un precio aproximado de 9 a 11€. Los platos principales están entre los 11€ y los 14€. De todos los principales que vemos hay muchos que nos conquistan. Me quedé con las ganas de probar las croquetas de funghi porcini con cebolla caramelizada (8,75€) o los huevos de corral estrellados con tomates deshidratados, parmigiano y aroma de tartufo (8,75€). Al final el elegido es el top de la casa, el timbal de aguacate con chipirones al ajillo (9,50€).
Al probar el primer bocado me di cuenta rápidamente porqué era uno de los imprescindibles de El Cocinillas. El aguacate era fresco y sabroso y el chipirón estaba excelentemente preparado y con una textura perfecta. Además, la cantidad era bastante. Buena primera elección.
Para continuar nos decantamos por el tagine de pollo al limón confitado y aceitunas (10,75€), muy bueno de sabor y bastante contundente, aunque eché de menos un sabor más profundo a limón. Quedé encantada con el popette con caponata siciliana (10,50€), ni más ni menos que unas albóndigas caseras acompañadas de verduritas la mar de ricas. Lo recomiendo, aunque hay otros platos de la carta que me hubiese gustado probar como el corderito asado con salsa de miel y romero con patatas a lo pobre (13,75€).
De postres tienen unos cinco para elegir y para todos los gustos. Estuve dudando muy seriamente entre la mousse de tiramisú con suspiro de café helado (4,50€) y el souffle de chocolate negro con helado de vainilla (4,50€). Finalmente me decidí por este último y no me arrepiento porque estaba simplemente delicioso.
Al final, todo esto sin pedir bebida (con el agua de la jarra ya teníamos más que suficiente) fueron 40€ para dos personas. La atención fue perfecta y los tiempos fueron los adecuados, ni mucho ni poco. Si buscáis un sitio agradable para una velada especial o quedar con unos amigos tranquilamente, El Cocinillas es vuestro sitio.
Al poner un pie en el local el comensal se encuentra con un local precioso, delicado y bien decorado, con lo justo y necesario para resultar acogedor sin caer en el exceso. Los tonos claros son la tónica general del restaurante, en el que destacan mesas amplias con mantel, dos de ellas perfectamente orientadas al ventanal.
Mientras ojeamos la carta nos traen un rico aperitivo de paté con pan, que no es gratis por supuesto, pero está delicioso y hay cantidad, así que aplaco mi queja y picoteo tan contenta. A la vez nos trajeron una jarrita de agua fría, gran detalle. ¡Ya podría hacerlo todo el mundo!
La carta es un sin fin de propuestas deliciosas. Los entrantes tienen un precio aproximado de 9 a 11€. Los platos principales están entre los 11€ y los 14€. De todos los principales que vemos hay muchos que nos conquistan. Me quedé con las ganas de probar las croquetas de funghi porcini con cebolla caramelizada (8,75€) o los huevos de corral estrellados con tomates deshidratados, parmigiano y aroma de tartufo (8,75€). Al final el elegido es el top de la casa, el timbal de aguacate con chipirones al ajillo (9,50€).
Al probar el primer bocado me di cuenta rápidamente porqué era uno de los imprescindibles de El Cocinillas. El aguacate era fresco y sabroso y el chipirón estaba excelentemente preparado y con una textura perfecta. Además, la cantidad era bastante. Buena primera elección.
Para continuar nos decantamos por el tagine de pollo al limón confitado y aceitunas (10,75€), muy bueno de sabor y bastante contundente, aunque eché de menos un sabor más profundo a limón. Quedé encantada con el popette con caponata siciliana (10,50€), ni más ni menos que unas albóndigas caseras acompañadas de verduritas la mar de ricas. Lo recomiendo, aunque hay otros platos de la carta que me hubiese gustado probar como el corderito asado con salsa de miel y romero con patatas a lo pobre (13,75€).
De postres tienen unos cinco para elegir y para todos los gustos. Estuve dudando muy seriamente entre la mousse de tiramisú con suspiro de café helado (4,50€) y el souffle de chocolate negro con helado de vainilla (4,50€). Finalmente me decidí por este último y no me arrepiento porque estaba simplemente delicioso.
Al final, todo esto sin pedir bebida (con el agua de la jarra ya teníamos más que suficiente) fueron 40€ para dos personas. La atención fue perfecta y los tiempos fueron los adecuados, ni mucho ni poco. Si buscáis un sitio agradable para una velada especial o quedar con unos amigos tranquilamente, El Cocinillas es vuestro sitio.
El Cocinillas
c/ San Joaquín, 3
Teléfono: 91 523 29 60
Martes a jueves de 13:30 a 16 horas y de 20 a 23:30 horas
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