Sargo, la nueva sensación de Madrid
http://www.dontstopmadrid.com/2017/10/sargo-restaurante-madrid.html
Os confieso que estoy francamente entusiasmada con este post porque de todas las nuevas aperturas en restauración que hemos podido presenciar últimamente en Madrid, Sargo me ha parecido de las mejorcitas.
Cuenta con todos los elementos para ser un restaurante de moda y referencia en la capital. Decoración cuidada, buena atención, una carta escueta pero directa, franca y nada rimbombante donde el producto habla por si solo. El dueño es familia de mayoristas de mayoristas en Galicia. ¿Qué significa eso? Que el producto es fresco y de primerísima calidad y que con recetas sencillas pero bien elaboradas, el resultado que consiguen es muy muy positivo.
Empezamos hablando por lo estético. La sala es muy bonita, con una pequeña zona abierta, bien iluminado, mesas amplias y bonitos detalles. La verdad que el ambiente es inmejorable si no fuera por el hilo musical, absolutamente random (un detalle que ya les comenté y que espero que mejoren). Pero bueno, pasemos a comentar la carta que es realmente lo importante. Su oferta está basado en recetas nacionales, de toda la vida: anchoas de santoña, croqueta de rabo de toro, sartén de puntillas, ajetes y habitas, lentejas con foie y huevo, merluza a la gallega, solomillo de vaca vieja… Eso son algunos ejemplos para que os hagáis a la idea.
Antes de comenzar nos trajeron como aperitivo un surtido de aceites para mojar con pan y unos mejillones con espuma escabechada absolutamente deliciosos. ¡Cómo me gusta cuando un restaurante tiene esta cortesía con sus clientes!
Comenzamos con un primer plato de verduras con crema de apio nabo para remover y comer. Texturas diferentes, sabrosas y templadas que demuestran que las verduras forman platos excepcionales.
Le siguió un plato que nos apetecía especialmente ya que somos muy amantes de los platos de cuchara: media ración de verdinas con pulpo (9 euros) que nos supo a cocina de abuela, aunque demasiado al dente (yo soy más de las que prefiere que esté un poco deshecha).
Le siguió ensalada de pochas con codorniz escabechada y carabinero a la brasa como aderezo (18 euros), plato que salsearon delante nuestro abriendo el carabinero ahí mismo, un detalle que me gustó. ¡Qué deciros! Este plato es un must, con detalles ácidos y el saborcito del carabinero. Original, sabroso y acertadísimo.
Finalizamos nuestros platos principales con un original cabracho frito (22 euros) el cual prácticamente todo se comía. ¡Nunca lo había comido de esta forma y me encantó! El plato hay que reconocer que es feo, pero muy rico, suave por dentro y crujiente por fuera. Lo devoramos con las manos. ¡Atreveos con este plato!
¿Cómo terminar con el mejor cierre? Pues con un postre inmejorable, “fresas con nata a nuestro estilo” (6 euros) fue el elegido, con fresas casi en compota y helado muy fresco y llenito de sabor, totalmente alejado de las fresas con nata de toda la vida.
No se si habré conseguido haceros llegar con estas palabras todo lo que me ha gustado pero por favor ¡id y comprobadlo por vosotros mismos! Os aseguro que vuestro paladar os lo agradecerá.
Cuenta con todos los elementos para ser un restaurante de moda y referencia en la capital. Decoración cuidada, buena atención, una carta escueta pero directa, franca y nada rimbombante donde el producto habla por si solo. El dueño es familia de mayoristas de mayoristas en Galicia. ¿Qué significa eso? Que el producto es fresco y de primerísima calidad y que con recetas sencillas pero bien elaboradas, el resultado que consiguen es muy muy positivo.
Empezamos hablando por lo estético. La sala es muy bonita, con una pequeña zona abierta, bien iluminado, mesas amplias y bonitos detalles. La verdad que el ambiente es inmejorable si no fuera por el hilo musical, absolutamente random (un detalle que ya les comenté y que espero que mejoren). Pero bueno, pasemos a comentar la carta que es realmente lo importante. Su oferta está basado en recetas nacionales, de toda la vida: anchoas de santoña, croqueta de rabo de toro, sartén de puntillas, ajetes y habitas, lentejas con foie y huevo, merluza a la gallega, solomillo de vaca vieja… Eso son algunos ejemplos para que os hagáis a la idea.
Antes de comenzar nos trajeron como aperitivo un surtido de aceites para mojar con pan y unos mejillones con espuma escabechada absolutamente deliciosos. ¡Cómo me gusta cuando un restaurante tiene esta cortesía con sus clientes!
Comenzamos con un primer plato de verduras con crema de apio nabo para remover y comer. Texturas diferentes, sabrosas y templadas que demuestran que las verduras forman platos excepcionales.
Le siguió un plato que nos apetecía especialmente ya que somos muy amantes de los platos de cuchara: media ración de verdinas con pulpo (9 euros) que nos supo a cocina de abuela, aunque demasiado al dente (yo soy más de las que prefiere que esté un poco deshecha).
Le siguió ensalada de pochas con codorniz escabechada y carabinero a la brasa como aderezo (18 euros), plato que salsearon delante nuestro abriendo el carabinero ahí mismo, un detalle que me gustó. ¡Qué deciros! Este plato es un must, con detalles ácidos y el saborcito del carabinero. Original, sabroso y acertadísimo.
Finalizamos nuestros platos principales con un original cabracho frito (22 euros) el cual prácticamente todo se comía. ¡Nunca lo había comido de esta forma y me encantó! El plato hay que reconocer que es feo, pero muy rico, suave por dentro y crujiente por fuera. Lo devoramos con las manos. ¡Atreveos con este plato!
¿Cómo terminar con el mejor cierre? Pues con un postre inmejorable, “fresas con nata a nuestro estilo” (6 euros) fue el elegido, con fresas casi en compota y helado muy fresco y llenito de sabor, totalmente alejado de las fresas con nata de toda la vida.
No se si habré conseguido haceros llegar con estas palabras todo lo que me ha gustado pero por favor ¡id y comprobadlo por vosotros mismos! Os aseguro que vuestro paladar os lo agradecerá.
Sargo
General Díaz Porlier 57
Teléfono para reservas: 910 106 657
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